La empresa decidió participar en la licitación
para suministrar amarres y cuñas que serían utilizados en las acometidas eléctricas
para una nueva colonia al sur del país. Dado que el lote solicitado era
pequeño, su ventaja consistía en que ya se contaba con los moldes para hacer la
fundición en aluminio. Lo que reducía el costo de producción y por lo tanto
poder competir por precio. Se estableció un equipo de trabajo para comenzar a
trabajar en la licitación. Después de varios días, de trabajo, lograron obtener
el contrato, pensaron que el momento de presión había pasado, sin embargo, los
verdaderos problemas comenzaron cuando trataron de producir el primer lote. Los
componentes no habían sido producidos en varios años, y las personas que
conocían la “receta” ya no laboraban en la empresa. Descubrieron que había que
hacer modificaciones desde el control de temperatura hasta las grúas para el vaciado.
Por otro lado, tenían que seguir trabajando en los pedidos que ya tenían
comprometidos. El ambiente de la empresa se volvió caótico. Incluso, después de
haber concluido el contrato de la licitación tardaron algunos meses más en
volver a controlar la producción para continuar con los compromisos que ya se
habían adquirido.
Existen, métodos y procedimientos de trabajo como el Sistema
SMED (Single-Minute Exchange of
Die) que habilitan a la operación para realizar cambios rápidos de
herramentales así como de productos. No obstante, la aplicación de estas
técnicas pudieran no ser las más adecuadas para otro tipo de negocios o
escenarios. Ya que este tipo de
situaciones suelen repetirse en muchas organizaciones; incluso en algunas es
común que los colaboradores ya estén acostumbrados a reaccionar ante las
urgencias. También se puede pensar que ante ciertos escenarios es conveniente
seguir una metodología de proyectos.
Pero aun así, existen eventos periódicos que obedecen a los
mercados, productos o campañas de temporadas o quizá alguna oportunidad de
negocio. Estas reacciones revolucionan a las organizaciones provocan urgencias
y una serie de problemas que suelen ser resueltos por algún líder o paladín.
Sin embargo, esto no tiene por qué ser normal o señal de una organización activa,
sobre todo cuando, pasado el caos, la empresa puede tardar en recuperarse y
volver a tomar su ritmo, además siempre está el riesgo de fallar o de que a los
líderes les puedan faltar competencias para resolver el caos o bien, existe un
desgaste general entre los colaboradores.
Tal vez resulte conveniente, establecer un Portafolio de
Procesos, de tal manera que se facilite la habilitación de uno o más procesos
en función de las necesidades de la organización, que permitan responder más
rápidamente a las urgencias de una forma controlada con resultados más
previsibles.
Sin
duda se ha hablado de un portafolio de proyecto o de servicios, pero en este
caso un portafolio de procesos significa que la empresa tiene la capacidad de
arrancar uno o más o procesos conforme sea necesario.
Por ejemplo, una casa consultora, podrá iniciar su proceso de licitaciones sin descuidar las entregas de los proyectos en curso, o incluso estar lo suficientemente “descansada” para concursar por otros proyectos. En el caso concreto de los amarres y cuñas para las acometidas eléctricas, la empresa pudo haber reactivado el proceso para producir esos componentes en particular además de participar en la licitación sin desgaste o prisas, podrá en otro momento, aceptar otros pedidos sin importar las variaciones técnicas, además de asignar y distribuir de mejor forma los recursos de la organización. Sin duda, también se puede hablar de un plan de contingencias y manejar escenarios “que tal si”, sin embargo, puede ocurrir que la contingencia consuma una gran cantidad de recursos además de que se nuble la visión sobre si los objetivos (si es que existen) serán cubiertos.
Para
la Implementación de un Portafolio de Procesos se puede seguir la siguiente
Guía:
Desde luego, para manufactura, por ejemplo, existen otras
técnicas como un Plan Maestro de Producción o bien una metodología de
proyectos, pero también, para determinadas organizaciones puede no ser el
momento de implementar algunas de estas técnicas o bien tan solo, los recursos
sean limitados. Por otro lado, el implementar un Portafolio de Procesos ofrece
otro camino hacia la madurez y el apego a procesos que muchas organizaciones pueden
requerir.
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