El señor Ordaz,
descubrió la facilidad que ofrecía realizar compras por internet, el como
aficionado al modelismo ordenó varios productos para agregar a su
colección, después de dudarlo un poco
accedió a proporcionar los datos de su tarjeta de crédito, y al cabo de unos
días recibió exactamente lo que había comprado y en el tiempo promedito.
Decidió que su tienda de
insumos y refacciones electrónicos también podría ofrecer a sus clientes ventas
por internet. Buscó la asistencia de una empresa, especializada en la creación de
páginas para ventas por internet, participó en la creación de la imagen de la
página, junto con los especialistas diseño promociones, ofertas y descuentos
así como una campaña de difusión, a través de redes sociales. Los clientes, en
su mayoría, responsables del mantenimiento en las diversas fábricas colocadas
alrededor de la tienda, vieron con
agrado la facilidad de poder ordenar los insumos para sus máquinas.
No obstante comenzó a
recibir quejas y reclamaciones, que iban desde el retraso en la entrega de las
refacciones, falta de mismas o entregadas erróneamente, también comenzó a tener
problemas para facturarle a sus clientes, con quienes en muchos casos mantenía créditos,
al cabo de un mes decidió cerrar la página y continuar vendiendo en el
mostrador de la tienda y visitando a las fábricas.
La idea de llegar a mas cliente a través de internet, puede resultar
ampliamente recomendable, incluso los costos de gestión pueden ser más bajos, sin
embargo, es necesario que por mucho diseño que posea una página web, aunque ésta
se encuentre regida por las mejores prácticas del comercio electrónico, es
necesario contar con un buen soporte logístico así como como los procesos adecuados para esta nueva
forma de vender.
Aunque se pronostique un incremento en las ventas, uno de
los errores más comunes al vender por internet es el aumento en el movimiento
del almacén, tanto para surtirlo como para entregarlo, lo que muchas veces puede requerir la
contratación de repartidores y vehículos para la entrega. Incluso a nivel contable,
es necesario revisar qué cambios se deben realizar para gestionar correctamente
los posibles créditos que se mantengan con los clientes.
Por otro lado, un incremento en las ventas, exige contar con
la disponibilidad de la mercancía que se ofrece en el catálogo, por lo que sería conveniente revisar si los
proveedores actuales cuentan con la capacidad para surtir la mercancía.
Más allá de un diseño creativo de la tienda en línea con fotografías
en alta definición, descripciones de los productos, claves de identificación,
navegación ágil, y compatibilidad con las redes sociales, la venta por
internet, requiere de una actualización de los procesos, hacerlos compatibles con
la tecnología y sobre todo con procesos, inversión y capacitación que permita
soportar lo que se ofrece tanto en la página como en las redes sociales,
incluso puede ser adecuado considerar un estudio de mercado, no solo para
enfocar la campaña en redes sociales, también para mejorar la experiencia de
los clientes cuando visiten la tienda en línea.
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