Un día, el Sr José, dueño del negocio recibió una llamada por
parte de uno de los clientes más importantes. El cliente relató una serie de
deficiencias en el servicio que estaba recibiendo, se quejó sobre aspectos que,
según el Sr José, estaban bajo control. También expresó una serie de
necesidades que no se había contemplado incluir como parte del servicio. Al
finalizar la llamada, el Sr José comenzó a preocuparse porque varios de sus
clientes podrían estar sufriendo situaciones similares lo que podría, en
un momento dado, generar la pérdida de clientes.
Las encuestas de satisfacción son una herramienta que nos permite
conocer de primera voz cuál es la opinión, que de nuestros productos o
servicios tienen los clientes. Cuando los clientes tienen los mecanismos para
expresar su opinión sobre el producto o servicio que están recibiendo pueden
percibir que están relacionados con una empresa seria. Sin embargo, no se trata
únicamente de preguntar nada más por hacerlo o de colocar papeletas con una
serie de preguntas sobre un mostrador tan solo para dar “buena impresión” a
nuestros A pesar de que los clientes siempre están deseosos de emitir su
opinión es necesario ver cada encuesta como una oportunidad única para tener un
contacto más cercano, como si se estuviera hablando directamente con ellos. Por
eso, en primer lugar es necesario que las preguntas estén enfocadas sobre la
información que se desea conocer, además de que éstas deben estar relacionadas
específicamente con las características del producto o servicio ofertado. Por
ejemplo, si lo que nos interesa es conocer la opinión del cliente sobre los
tiempos de entrega, la encuesta deberá, al menos, contener una pregunta
relacionada con esta garantía, pero si el tiempo de entrega posee alguna
limitante (tiempo de embarque, aduanas, fabricación, etc.) se deberá vigilar
cómo se formula la pregunta, ya que ningún tiempo de entrega ofertado podrá
parecerle adecuado al cliente, de tal forma que es necesario evitar preguntas
abiertas a la subjetividad. Si en la encuesta se pregunta “Le parece adecuado
el tiempo de entrega” habrá muy pocos clientes objetivos o conscientes de lo
que implica recibir el bien adquirido, además de que es natural de que todos
quieran recibir su producto lo antes posible. Tal vez sería conveniente
preguntar, “En la mayoría de los casos el tiempo de entrega fue de 24 horas“, o
bien preguntar “¿Cuál es el porcentaje de entregas que usted recibió en menos
de 24 horas”. En este caso las 24 horas están en función de una de las
garantías que se les ofrecen a los clientes. Es decir, se debe preguntar dentro
de las características base o diseño inicial del producto o servicio, sobre
todo cuando el objeto de la encuesta es medir la satisfacción de los clientes.
Otro aspecto a considerar es el manejo que se le dará a las
respuestas obtenidas, siendo importante permitir respuestas cuantificables, por
ejemplo la utilización de opciones a seleccionar, por un lado será más rápido
para el cliente contestarla y por otro, no se evitarían interpretaciones o
diferencia en los criterios cuando se manejan preguntas abiertas. Además el
hecho de cuantificar el resultado de una encuesta permitirá hacer una
comparación entre distintos periodos de evaluación y medir la efectividad de
las acciones implantadas. El hecho de tener resultados numéricos permite actuar
globalmente sobre las preguntas que hayan tenido menor calificación, y en el
caso de los clientes con menor calificación, contactarlos y hacerles saber que
la empresa está consciente de los resultados de la encuesta y que pronto
comenzará a lanzar iniciativas para el servicio.
Por último,
los resultados obtenidos se deberán compartir entre los colaboradores de la
empresa ya que todos, en cierta medida participan en la cadena de valor de los
clientes, el conocimiento de la percepción de los clientes genera poco a poco
cambios en la conducta de los empleados lo que de hecho se podría llamar el
inicio de una Orientación al Cliente.
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